martes, 30 de septiembre de 2008

Tiempo

La desventaja de ser un libre pensador y llevar a consecuencias escatológicas esa actitud ante la vida tiene sus consecuencias.

Como es sabido por todo aquel que me conoce, a pesar de ser de gustos convencionales siempre he dicho que tengo una actividad en la cual soy bastante sobresaliente: el abandono a la felicidad química. Cuando uno lleva consigo esa filosofía de vida, no hace falta explicar nada a nadie, cada uno que se encuentra cerca de alguien como su servidor debe saber que algunos comportamientos no se aceptan en dos personas que ocupen el mismo espacio. En pocas palabras, mi comportamiento tendenciosos al delirio químico no acepta que otro sujeto quiera hacer lo mismo en el mismo lugar(menos siendo mi estancia tercerpiseana) ni al mismo tiempo. Mi vicio es excluyente. Todo esto viene al tema porque resulta que en algunas ocasiones el compañero (esporádico: valga la rebuznancia) de contemplaciones (las contemplaciones también son personales), acude a mi apartamento para hacer mas amena nuestra empresa, cosa con la cual no tengo problema siempre y cuando se mantenga en silencio y solo articule palabra sugerir alguna nueva técnica para soporizarse; pero el dia de ayer llego con un sujeto que según el, era confiable y que su compañía ayudaria a romper con la monotonía dual, pudiendo crear una vibra diferente y nueva en mi estancia. Cosa que no me molesto pero no deje de advertirle que la próxima vez me informara antes de esa cuestión.
Empezó la tarde y las cosas marchaban bien, cada quien monto su aeroplano y empezó a mecerse. El palurdo no hablaba mucho y no era desagradable, pasaron uno y medio par de horas y oscureció; mi pensamiento fue que la reunión había acabado y que cada quien debía arreglárselas para en su lugar para terminar el viaje de la mejor manera…

¿Continuara?... Espero

sábado, 27 de septiembre de 2008

Preguntas

Siempre que me encuentro a ese arquetipo de necio me resulta bastante divertido, ya que me gusta ver como proyecta su vicio potencial sobre mí al preguntarme sonriendo: ¿Andas drogado?... No puedo dejar de asomar una sonrisa que en realidad encubre una carcajada desvergonzada ante su ingenuidad y mi cinismo. Entonces yo le respondo para complacerlo: ¿Se me nota?, a lo que el responde igualmente con la sonrisa sostenida creyendo que mi respuesta es afirmativa, logrando sentir cierto jubilo al creer que me ha sorprendido y que se da cuenta a primera vista de mi estado. No diré si acierta o no en su sospecha, aunque si tuviera que decirlo diría que en un ochenta por ciento de las veces lo hace; pero lo que mas me es gracioso es ver su cínica morbosidad que yo interpreto como una extraña sinceridad. La mayoría de gente, incluyéndome por compulsión, lo que te pregunta son frases automáticas e impersonales como: ¿Que has hecho?, ¿Cómo estas? etc. Idioteces de esas. Pero este risible sujeto lo primero que quiere saber es acerca de mi estado mental y sobre mi ininterrumpida forma de escapismo, lo que me parece una pregunta personalizada y una amable atención poco vista en estos tiempos. Recuerdo que una vez en la ceremonia de graduación de un conocido me hizo la misma pregunta enfrente de familiares y amigos, a lo que conteste solamente con la misma sonrisa de siempre, la que le basto para saber que era positiva mi respuesta. Al principio no comprendía muy bien porque lo hacia, sabia que era por algo; observe que siempre hacia lo mismo y no solo era una pregunta personalizada como creía; llegue a pensar que mi carismática persona le desagradaba y solo intentaba molestarme; pero la explicación la encontré un dia al verlo en finísimo bar de la zona norte. Al entrar, a pesar de la oscuridad y del olor a meados, sudor, cerveza, sexo, hierba, etc. Pude ver, a través de mi obnulado estado, en una mesa de las del fondo del establecimiento a este tipo; se mecía en la silla de una mesa, riendo como retrasado con los parpados a la mitad de los ojos y sosteniendo una pipa con no se que satánica sustancia, además continuamente se llevaba a la boca una botella del mas fuerte alcohol y también lo vi en una ocasión engullir una pastillita roja. Entonces me di cuenta de porque lo hacia. Días después lo encontré en una reunión social, de esas llenas de gente sana y aburrida, y al acercarse a mi y después de su acostumbrada pregunta y mi respectiva sonrisa-respuesta, le pregunte yo a el “¿Y tu a que le pones?” A lo que nerviosamente contesto sonriendo, “No, que paso!” E inmediatamente empezó a parlotear de otras cosas. Entonces, desde esa ocasión me es mas divertido encontrármelo y ver como trata de sublimar su deseo de encarnar mi estado haciéndome la misma pregunta: “Andas drogado?”...

miércoles, 24 de septiembre de 2008

6am

Salir, mirar, esconder la cabeza y empezar a andar. Salir, el afuera, los ellos: el “leiv motiv” Salir y todos de nuevo, aunque antes de salir ya estas afuera, antes de despertar ya estas afuera porque siempre estas adentro. Salir a adentro, adentrarse al afuera… Es lo mismo, no importan las palabras sino la sensación intraducible, inplasmable de lo que es salir o adentrarse o estar adentro por siempre y tener una sensación basica. ¿Que se siente ser tu? ¿Qué se siente estar ahogado en un barril diferente al mio? ¿Cómo es la musica ahí, en ese lugar, en tu lugar? ¿tambien sientes que te mueres tres veces al dia? ¿tambien se sale el agua y tu sigues mojado?Hoy salí, a afuera, a adentro, a la luz, al sol; ahí estaban… ¡Ellos! ¡Ellos! ¡Ellos! ¿Qué se siente…?...“Hoy no quiero jugar” dijo el la voz dentro de mi y hubo una movilización de emociones; después me lo deje saber y se los deje saber a ellos. Me estaban esperando abajo, detrás de la reja. No les importo: “vas a jugar por siempre” dijeron, “aunque no juegues y renuncies al juego seguiras jugando, mejor sal de una vez”… Estta bien, lo entiendo –dije- pero hoy no quiero salir a jugar, dejenme quedarme en mi cuarto azul, donde todos los dias a las cinco de la tarde las ventanas de sol se doblan entre la pared y el suelo y yo me tomo varias foto para ver si aparezco ahi, para ver si puedo encontrarme, aunque nunca lo logro... Cuando iban a responder desaparecieron; me quede mirando la niebla desde el tercer piso a las seis de la mañana. Respire hondamente y me meti a la cama otra vez, al azul de mi sabana, por dos horas mas dejando en automatico el pensamiento. Después me levante encendi el radio y mejoro un poco el aire.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Nube

Amanecí con la esperanza de encontrarme al llegar a la esquina, de sacudirme las hormigas al bajar corriendo las escaleras del tercer piso. Amaneci entusiasmado con la imagen de un dia nublado y la idea de tener uno de los ultimos dias desocupado para burlar la ansiedad. Amaneci, fui a la cocina y encontre tirada a mi mascota, deprimida en su cama porque tiene un empleo que no le gusta. Amaneci y recorde haber recibido una llamada de mi mente a la una veintisiete de la madrugada y me di cuenta que no podria verla hoy. Amaneci y abri los ojos pero no supe si desperte. Desperte y no supe si abri los ojos y amanecio. Encendi el radio, y no provoco esa euforia de escuchar una buena cancion. Aun se logra explotar en emociones gratuitas a veces, aun puedes manipular tu velocidad cardiaca, aun te diviertes jugando. Aun se pueden hacer muchas cosas porque eres tu y todos los demas. Amaneci y las emociones no se desvordaron como esperaba, se quedaron atoradas como cuando algo seco se come sin tomar liquido y después aunque tomes litros aun se siente algo atorado en la garganta. Se quedaron ahí, y a por momentos algunos pedazos de ellas salen y escupen una sensación corta, salen y una corriente electrica recarga las piernas y no te mueves pero es necesario utilizar esa energia, hay que gastarla y la tratas de subir a la imaginación para divertirte y tratas de hacerla tan fuerte que se convierta en sensaicion, y haces trampa y te imaginas lejos y loco, divertido y tonto, y recuerdas el sueño que tuvistye y ya no lo analizas porque tampoco quieres analizar los sueños que estas aprendiendo a crear. Y te das cuenta que es un vaticionio cada sueño y es un reclamo de ese otro que vive en ti, de ese animal caprichosos que cada uno lleva. Y empiezas a moverte y te vendes tu propio tiempo, te lo cobras barato y a veces te lo regalas y te abandonas a una voluntad ajena. Y te imaginas ese parque desierto, te acuerdas que la imagen del lugar tiene un alto porcentaje en tus sensaciónes de ese momento, y ese parke no te gusta porque esta desierto, como el futuro de algunas figuras que se mueven en el. Y algunos te miran al pasar y mueven su pieza para para que tu muevas la pieza que ellos esperan que muevas, pero no lo haces, mueves otra aunque pierdas la que ellos amenazan y te resistes a esa predecibilidad obligada, a esa alegoria de una mirada. Y algo sigue moviendo a los arboles y los adolescentes siguen fumando a escondidas. Mientras tanto caminas esquivando las lineas del pavimento e imaginando caidas brutales que te hacen sacudirte y atraer atencion. Y estas ahí cruzandote en medio de su tiempo, ignorado desde diferentes puntos. Y el sol empieza a salir y hace una fisura que perturbara la alegria que te asalto en la mañana de un dia lento.

Hormigueo

Estoy vibrando condiciones futuras de un porvenir dudoso; no se siente como se supone debía sentirse el futuro, no son las cosas como debían ser a pesar de haberme puesto la camiseta de un día normal. Es fácil ver a un sujeto potencialmente suicida: su risa ha perdido la magia y sus palabras no reflejan lo que piensa. He visto a un par de ellos, les he hablado y pude sentir su desilusión. Era un niño ejemplar en la escuela, en la universidad nunca se emborracho y recibió honores al terminar, tiene una novia que no opina mucho y se cuida de no ser intempestiva cuando lo hace; el aun vive con sus padres para poder ahorrar para la boda, tiene un buen trabajo pero no ha encontrado su vocación… Me di cuenta de lo que urde sin saberlo, pero nunca podría insinuarle una sola letra ¿Quién lo haría? Será interesante verlo cuando llegue el momento, esta acumulando energías para ese día. Para entonces yo también estaré enmarañado en los hilos con los que en este momento me divierto en enredar, en medio de la turbulencia de estas vibraciones que lanzo mientras duermo, casi sin saberlo. Estoy vibrando sensaciones futuras de un porvenir dudoso…

viernes, 12 de septiembre de 2008

PuertaConAlarma

Supongo que todos los que se han levantado temprano hoy, tuvieron la energía suficiente para salir a la calle, al trabajo, a la escuela o al funeral de algún familiar. Por tu parte no sientes la mas mínima energía. Levantarse a las once de la mañana, dar algunas vueltas intentando dormir un poco mas sin poder lograrlo, salir de la cama y dirigirse al lugar incorrecto para proveerse de alimentos, sentir la debilidad de un día nublado y del diazepan en cada impresión, ya no poder mirar a nadie a los ojos, sentirse despersonalizado, no distinguir entre lo que podría ser un sueño y la sensación de lo que te podría cortar. Saber que solo te corresponde una parte infinitesimal de casi nada… Abandonarse al papel asignado, seguir el juego, dar el paso, guardar silencio, cerrar los ojos y caerse al agradable frió que entra por la ventana… Mirar la televisión; todos sonrientes en los comerciales, todos dolientes en las noticias, todos desesperados en la novela… No hay tiempo para salir a la calle, todo lo ha absorbido la incertidumbre; no hay espacio para buscarte, las paredes que lo contenían se cayeron con la broma… Las palomas tiritan afuera del espejo que muestra un extraño, los techos grises reflejan las palabras que no llegas a articular, la gente que pasa da otra razón para no atrever a salir... De repente ríes... Todo es un juego, un broma ociosa, una perdida de tiempo, una burla poco divertida. Silencio…

jueves, 11 de septiembre de 2008

Peaton

Probablemente se deba a las secuelas de una fobia social levemente moderada durante la infancia o a la continua despersonalización que todo ser humano experimenta en diferentes sitios en diversos momentos, o a la incurable ansiedad con la que se vive todos los días, que a veces se vuelve enormemente difícil cruzar una avenida o boulevard. Podría parecer una cosa sencilla pero poniéndonos a reflexionar un poco uno se da cuenta de lo contrario.
No hay ningún problema cuando los autos transitan rápidamente y se tiene que esperar no a que el semáforo se ponga en alto, sino a encontrar un intervalo de tiempo en que no transite un auto para poder cruzar rápidamente. Cuando se logra encontrar ese espacio se puede hacerlo y todo esta bien (es mucho mejor cuando no hay ningún auto, cuando esta desierta la avenida y no se aproxima nadie). El problema surge cuando los autos pasan y no se encuentra ese espacio para poder cruzar y hay que espera hasta que el semáforo muestre la luz roja; en ese caso no queda mas que soportar el sufrimiento.
Para empezar, si para cuando uno se decide a cruzar, todos los autos que están primero se han detenido, uno puede tener un buen principio; pero si no es así y hay alguno o algunos que aun no han llegado a la esquina y se aproximan sin que uno sepa si se van a detener, uno se pone a pensar “y si empiezo a cruzar, no se para, me atropella y me mata” He ahí la ansiedad que empieza a liberarse y seguirá aumentando mientras avanzan las etapas de la tarea. En otro caso, cuando uno llega a la esquina y los autos se encuentran estáticos, uno duda en cruzar la calle, debido a que no se sabe si el semáforo que les indica el alto, cambiara a siga en medio minuto o en uno o dos segundos, esta situación es altamente estresante y no deja tampoco de causar una gran malestar. Otras veces, cuando estas dificultades anteriores se han librado con éxito, surgen otras durante el momento en que se esta cruzando la avenida o boulevard. Por ejemplo, no falta algún conductor que, mientras uno avanza concentradísimo en su empresa, acelera el motor ya sea por error, por ceguera, idiotez o simplemente por mala intención, y ese momento es uno de los mas desagradables y aterradores que un inocente peatón puede experimentar aun cuando el auto no avance y solo se escuche el motor. Otro problema frecuentísimo es el referente a la exposición de la persona que cruza ante las miradas de los conductores. A pesar del empeño con que se lleva a cabo la tarea de cruzar la calle, algunas veces, debido a algún pequeño agujero, alguna piedra o simplemente a las malas condiciones del asfalto, se puede uno llegar a tropezar, resbalar, llegar a tambalearse ridícula y penosamente, y hasta caer a media calle; este suceso es uno los mas graves y vergonzosos por los que uno puede atravesar; inmediatamente las risas, burlas, insultos y demás groserías de parte de conductores, harán sentir al pobre sujeto en la mas miserable de las situaciones. La lista se podría alargar a muchos mas inconvenientes que implican dicha acción, pero es mejor tratar de no desalentarse demasiado en este problema, ya que aunque uno se encuentre continua e inevitablemente en esta situación, las cosas se tornan menos desgraciadas cuando estas se comparan con la gravedad de lo inconvenientes que un conductor enfrenta, que por la naturaleza de su condición a el le resulta mas peligroso el diario vivir en las calles esquivando, frenando de emergencia, maldiciendo y hasta chocando con otro auto para no atropellar a los anárquicos peatones que como yo se atraviesan arbitraria y libremente las calles de esta desgraciada ciudad.

martes, 9 de septiembre de 2008

Melodia

Solo camino y nada mas. Volteo a mirar a todos con pretendida indiferencia pero no es así, a todos nos importan demasiado los demás -todos somos nuestro propio suplicio y el de los demás, bastante gracioso- más de lo que creemos o de lo que somos conscientes. Solo camino, cruzo la avenida con la despreocupación de alguien que se despierta a una hora temprana y se levanta después de dos horas de dar vueltas sobre las sabanas. Sabanas sucias afortunadamente. Solo camino, a todos los miro y hago mil preguntas que por la costumbre ya no alcanzan mi cabeza porque se han convertido en sensación. Los pensamientos se convierten en sensación. Las células se nutren de pensamientos. Solo camino, ya no pregunto porque ya es costumbre y por lo tanto ya no lo hago. Las preguntas ocupan un espacio de tiempo del que no me llego a enterar; alguna sensación, otra vez, posiblemente. Solo camino: sol de las cinco de la tarde en el crepúsculo del verano de un año de tiempo fantasma; ligero y suave frío, ligero cosquilleo en los brazos, leve ardor en la cabeza y arritmia en alguna zona importante de mi condición. Solo caminar, de eso se trata. Ya no hago mas. Caminar y mirar. Anestesiado para siempre. Hurgando esporádicamente algún rincón del exterior con la mirada. Alguien pasa junto a mi, no pude sentir sus partículas como antes. Camino detrás de alguien y ya no voltea al sentir las vibraciones de mi lujuria como antes. Ya no sienten mi exasperación, los perros ya no me ladran ni me siguen, las cucarachas ya no me eluden ni me buscan, las moscas ya no me molestan, los niños ya no lloran al verme… Solo camino y acepto la condición de este dia, de este tiempo regalado, de este valium interno. Espero el siguiente segmento de esta ‘inconmensurable” e inestable banqueta. Ya tampoco esquivo obsesivamente las líneas que marcan cierta distancia. Ya nada mas me dedico a respirar y a ver, a sonreír ausente, a alegrarme y a entristecerme bellamente.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Cebolla

Huelo a cebolla y a marihuana. A valium natural y a indiferencia. Huelo a una resaca de hace dos días y a pensamientos nuevos que ya son viejos: no son nuevos, son refritos. Huelo a nauseas de televisión y a una obligada condición de encarnar, en las madrugadas de fin de semana frente a adolescentes abandonados, el superyo. Huelo a todos los momentos que se acumulan en mí. Huelo a eso y todo eso no huele a mí. Porque mi olor lo he cubierto con desodorantes para que no parecer sospechoso. Huelo a pequeñas alucinaciones y a deseos de extenderme con necedad a todo lo que veo. Huelo mal porque huelo como todos. Huelo bien porque todavía quiero ver mañana la luz matutina en la persiana. Huelo bien porque no deseo ninguna otra cosa. Huelo a una deliciosa indolencia que me gane después de cuarenta y ocho horas de vigilia espiando la inmutabilidad del tiempo; cuando creí que la encontraba porque nada se movía y nada decía nada y la madrugada estaba totalmente muda y creí haber logrado desaparecerlo por algunos momentos; me di cuenta que no había desaparecido, algo cambiaba y se movía en todo eso, eso era yo: yo era el tiempo. Huelo a esa palabra que empieza con “e” y que termina con desilusión: esperanza. Huelo a muchos años que me han burlado. Huelo a miles de litros de anestesia contra la desesperación. Huelo a alegría, a un “alegre pesimismo”, a una serena y pequeña comprensión de algunas cosas básicas. Huelo a impulsos histéricos de cambios de actitud polares. Huelo a alergia por todo. Huelo a risa y a deseos. Huelo a cinismo y a descaro, a intolerancia-intransigencia, a todo lo que le corresponde a un sujeto. Huelo a normalidad, a falsedad, a juego y a ser humano; a gente, a suspensión y a letras con las que me gusta llenar un espacio vació.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Granujas

Se supone que todos tenemos un policía dentro de nosotros que en cada momento nos esta impidiendo hacer lo que deseamos o sentimos instintiva o emocionalmente (superyo). Es fácil ver el grado en el que ese policía actúa dentro de cada uno de los palurdos; solo hay que darle un poco de poder, y el grado en el que trata de reprimir o someter a los demás es el grado en el que a el lo reprime su inconsciente: es la proyección de su policía interno. También me parece interesante ver el placer que les provoca a esos tarados el hacerla de figura de autoridad. Mas de una vez todos nos hemos encontrado con esos gusanos da la “justicia” de los cuales los policías son el arquetipo mas asequible. Pero de esa escoria oficial horita no me place decir nada. Horita me refiero a esos insignificantes seres a los que esporádica y accidentalmente se les otorga una bacteria de poder y que inmediatamente se abandonan a esa sensación y actúan de forma maniática. A ese tipo de seres, refiero, se les puede encontrar en cualquier lugar. Por ejemplo, si tu vas al cine, el idiota que trabaja ahí y que te dice que hay que formarse en una fila, que te pide que apagues tu celular, que no hables durante la película o que te sorprende cuando inteligentemente entras por la salida de emergencia para manifestar tu ideología en contra del capitalismo avanzado, ese tipo de mequetrefes son de los que hablo. Y esos granujas están por todas partes. Son los que encuentras en el sanitario de un restaurante cuando se quejan de que huele a hierba después de que tu saliste, es el que te delata cuando te infiltras en la fila de dos mil personas, la que te condena con la mirada cuando te ve orinando en la calle, el que se ofende cuando al taxista no le pago algún malandro que huyo corriendo, el que condena los asaltos bancarios, la que critica la pornografía, el que condena la felicidad química, el que quiere que todos paguen como el. Todos esos seres torvos y mal intencionados traen un monstruo de represión dentro de ellos y son peligrosos para los libres pensadores como mi respetabilísima persona. Ante esas personas toxicas es mejor pasar inadvertido y solo actuar en el mejor momento. Es importante aprender a identificarlos y nunca hablar con ellos de algún tema que pueda suscitar un desacuerdo. A esos palurdos los conozco en sus diferentes presentaciones y facetas, puedo olerlos a un kilómetro y deben saber que no me reconocerán a mi como yo a ellos ¡los he burlado, nefandos seres!

martes, 2 de septiembre de 2008

...

Porque les llaman "enervantes" si te ponen bien high!

2min

Que no se terminen las emociones. Probablememnte son lo mas original que aun nos queda. ¿Habrá emociones facticias como hay actitudes falsas? Que no nos abandonen porque ya no nos quedara nada. Reducidos a seres que son todo, menos lo que son en si mismos, tal vez lo emocional es lo menos alienado que hay en nosotros. Desde el principio me parecio que el concepto de inteligencia emocional era un eufemismo destinado a reprimir lo que no debia reprimirse. Ya después, mi silvestrismo primario, que aun se desvela cuando ando briago, se domestico un poco y me di cuenta de la utilidad de esa tecnica. He pasado algunos dias de otros dias sin sentir emocion alguna, no vale la pena.
Bueno, olvide todo… La idea: emocionate.

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