sábado, 24 de abril de 2010

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Estoy a punto de franquear la puerta que me desperdira de la calma hacia el delirio gastado de las calles. Llevo mi equipaje de siempre con la intencion de dejarlo tal vez en algun lugar, en algun asiento, en un cenicero o en un escupitajo. Desde el momento que salgo tengo la imagen grabada de las calles; al cruzar esa puerta puedo oler todas esa mezcla nocturna. “Regreso en un momento” digo al nadie que se queda detrás de mi; “ahora regreso” y quisera que una parte de mi no regresara… Pero no, se que voy a regresar al final de cuentas. Unos numeros marcados, unas voces, una hora y la noche se arregla para que los dias que siguen continuen desarreglados. Lo he pensado, creo que me sumergire en algun pozo del camino, tal vez me vaya con una de esas nubes negras que han pintado el cielo desde hace unos dias, o tal vez solo me siente al lado de los demas a mirar como se tratan de anular dos hombres. No se, pero… Whatever.

jueves, 1 de abril de 2010

Premonishon

Una linea de liquido amarillo se veia interrumpida, en su camino hacia el escusado, por mi dedo indice de la mano derecha; la sensación era desagradable como lo fue la posterior, yo extrañado pero no desconcertado... Del lugar no me acuerdo, ni de la gente ni de la hora; solo esa sensación humeda y la linea amarilla que salia de mi. Hube que abrir los ojos y sentirme en la cama, ocupar mi mente en otras cosas que se referian a otras cosas; hube que levantarme y mirar el patio mojado, sentir la escases de mi ropa y su consecuente frio, hube que ingerir y mascar mas de cien veces el alimento que prepare; en fin, hube que hacer muchos movimientos triviales e insignificantes antes de llegar al momento que me anuncio el sueño, el momento en que el liquido tambien saldria de mi, pero esta vez no de color amarillo sino rojo; y ahora tampoco seria exterior sino que saldria de mi mismo dedo indice. Si, asi sucedieron mas o menos las cosas; no había pasado ni una hora cuando mi dedo indice se rasgaba con el filoso puente de mi guitarra, mientras trataba de arreglar una cuerda, cuando mi sueño premonitorio se hizo realidad; una la linea liquida, roja y curva que se formo en mi dedo. Eso era, mi dedo con sonrisa de sangre me hizo creer una vez mas en la importancia de los sueños por insignificantes que parezcan... ¡Ay, mi dedito!

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