viernes, 27 de diciembre de 2013


Hay algunas ideas que a veces me asaltan y me gustan:

Imagino el tiempo como una llanta de bicicleta con un solo rayo. La eternidad, o sea, la ausencia del tiempo, es la permanencia del rayo en el mismo sitio, pero esta permanencia no es por falta de movimiento, sino por una aceleración infinita en las vueltas de la llanta que hacen que el rayo no cambie de lugar sino que siempre esta en el mismo sitio. El espacio y el tiempo cobran existencia cuando la velocidad con que gira esa vuelta dismininuye a tal grado, que el rayo ya no esta en el mismo lugar, sino que se detecta su movimiento y su posicion va teniendo diferentes lugares dentro de una vuelta.

El tiempo, por lo tanto, es la desaceleración de la eternidad...


He pensado en escribir un cuento en el que hay una especie de acuerdo secreto, en el que todo el mundo sabe que todo es inútil, pero tratan de ocultarlo; y tal ve algún personaje joven, un muchacho trata de hacerle ver a todo el mundo de esto y todos lo ignoran; al final él se da por vencido y entra en la corriente dentro de todo y se olvida de sí mismo como los demás.

Esta idea, con motivo de éstas fechas. Navidad, año nuevo, etc.

domingo, 8 de diciembre de 2013

?


Algunas preguntas me han surgido últimamente: ¿Es válido luchar por un mundo mejor, si es probable que ya todo este predestinado? ¿Es posible un mundo mejor, donde no haya en absoluto una desigualdad económica y social; donde no exista una diferencia inmensa como la de un hombre que posee miles de millones de dólares y un niño no tiene la posibilidad de acceder siquiera a un pedazo de pan? ¿Es la naturaleza tan elitista como para crear seres vivos cuya existencia tenga como finalidad únicamente ser devorados por animales más grandes o superiores? ¿Es esta la condición del ser humano con su misma especie? ¿En caso de que esto último fuera verdad, que actitud debe tomar el hombre ante la existencia? ¿Qué actitud debe tomar el hombre-presa y el hombre-depredador ante esta situación?

viernes, 22 de noviembre de 2013

Shit



Las acciones y las cosas verdaderas vienen del corazón, son movidas por el sufrimiento o por una autentica alegría; las obras producto de ellas, hacen sentir su solidez sin tener que recurrir a la artificial de adornos o anuncios que pretendan legitimarlas. Los hombres son como las campanas, dice mas o menos una frase que leí por ahí: entre mas huecos mas ruido hacen.

Facebook es una muestra monumental de la estupidez generalizada del ser humano, nada nuevo ésta ultima, pero lo que hace facebook es reforzarla, es la sobreestupidez. La inteligencia al servicio de la estupidez.

lunes, 28 de octubre de 2013

El ladrón de tiempo.


Pídeme de mí mismo el tiempo cuenta;
si a darla voy, la cuenta pide tiempo:
que quien gastó sin cuenta tanto tiempo,
¿cómo dará, sin tiempo, tanta cuenta?

Fray Miguel de Guevara


Caminaba por un parque extraño al atardecer, tenía la sensación de ir al trabajo y debía apurarme para no llegar tarde; miré mi reloj y vi que las manecillas avanzaban en sentido inverso. Pensé que se había descompuesto y sin saber por qué, busqué un reloj alrededor; a poca distancia encontré en un pilar uno muy grande que en la parte de abajo tenía escrito una palabra borrosa que apenas pude leer: “Cronos”. La manecilla que marcaba los minutos, avanzaba con la velocidad de un segundero. Conforme me acercaba a él, noté que hacía un sonido metálico que se iba haciendo más fuerte. Luego se oscureció totalmente y lo único visible fue el reloj y la palabra, la manecilla aumentó su velocidad al igual que el volumen del golpeteo hasta asemejar martillazos en un metal; el ruido se hizo insoportable y me alejé corriendo como pude, a pesar de eso y de que me cubría los oídos, seguía escuchando el lacerante sonido. En cierto momento el ruido en medio de la oscuridad era lo único que ocupaba mis sentidos. De un momento a otro todo quedo en silencio.


Al despertar, lo primero que escuche fue el segundero de mi despertador junto a mi cama. Aún tenía la última imagen del sueño, pero mi evocación se interrumpió al notar que las manecillas del reloj se detuvieron. Recordé que ese día era mi cumpleaños número cuarenta, me levante de inmediato y olvidé el sueño mientras me apresuraba para no llegar tarde a la oficina.

Tenía muchos años trabajando como contador en la empresa y la rutina se había convertido en una especie de jaula que me tenía atrapado, cada día no hacía otra cosa que ir a trabajar, regresar a casa, mirar televisión y dormir. Me levantaba al día siguiente para repetir el mismo ciclo. En medio de esto, tenía la sensación de que el tiempo transcurría demasiado rápido, apenas empezaba un mes, pasaban unos días y ya se terminaba; iniciaba el siguiente y de igual manera. Con los años pasaba lo mismo: llegaba a la mitad de uno, lo que yo sentía como unas semanas, habían sido meses y pronto terminaba. Todo hubiera seguido tal vez igual, habría llegado a ser viejo y luego muerto sin entender nada del tiempo, si no hubiera descubierto lo que me estaba ocurriendo.
Aquel día del sueño llegué al trabajo e inicié mis actividades de siempre, pasaron algunas horas y en algún momento, dirigí mi vista hacia el reloj de la computadora: eran las doce; luego, lo único que hice fue apartar mis ojos para mover un papel del escritorio, volví mirar el monitor y daban las doce seis. La siguiente acción me tomó unos segundos y al ver la pantalla ya eran las doce diez. Dentro de la especie de sopor con que pasaba los días, apenas si le di importancia. Me levanté de mi silla para tomar unos documentos de un escritorio contiguo y al regresar, ahora sorprendido, ya eran las doce quince. Pensé que probablemente había una falla en el reloj de la máquina y lo estuve observando, pero no tenía nada, los minutos no se saltaban ni nada parecido. Unas horas después, miré el reloj nuevamente y vi que ocurría lo mismo. Los minutos pasaban vertiginosamente como si desaparecieran. Desconcertado, consulté otros relojes de la oficina y era igual. No comenté a nadie lo que me ocurría a riesgo de que empezaran a hablar sobre mí.
En los días siguientes, estuve atento en todo lugar que me encontraba y con cualquier reloj a mi alcance: seguía pasando. Fue entonces que todo me resulto absurdo. Era cierto que tenía la sensación de la prisa del tiempo; pero ahora, de alguna forma, era testigo de su fuga. Al principio estuve confundido, luego sentí desesperación y una especie de enojo, un deseo de protestar por ello; pero pensaba en lo absurdo de la idea, ¿a quién podía a reclamarle por el acelerado paso y escape del tiempo?
Al reflexionarlo, creí que tal vez mi problema era una pérdida de memoria inmediata, las cosas sucedían como cuando se maneja por una carretera que recorre diariamente y con la que está tan familiarizado, que se pierde en sus pensamientos sin ponerle atención; pasan así unos minutos, luego parpadea, toma consciencia del camino y ve que ya ha recorrido algunos kilómetros sin darse cuenta. En esa situación, uno siente que estuvo ausente durante ese trayecto, pero el avance del camino, los cambios, dan cuenta del tiempo transcurrido. En mi caso era diferente; los minutos se fugaban, perdiendo de esa manera las posibles acciones dentro de él.
Tuve problemas en la oficina por los retrasos con las actividades asignadas. Mi jefe, al principio me reprendía y sancionaba constantemente, cuando me preguntaba sobre la razón de mi deficiente labor, yo le decía que era por problemas personales; fue considerado conmigo y me dio permiso para ausentarme por unos días, pero las cosas no mejoraron, continué con mi mal desempeño y finalmente me despidieron.
Me recluí en casa, entrando en una leve depresión, no haciendo otra cosa que dormir o pasar horas enteras sin apartar la vista del reloj. Estaba intrigado. Pasaron los días y me cansé de esa especie de enfermedad de estar atento del tiempo; traté de distraerme y olvidarlo, empecé a mirar la televisión por horas y horas. De esa forma descubrí la cosa más importante que me iba a dar una pista sobre mi problema: me di cuenta que cuando miraba el aparato, el tiempo se aceleraba aún más.
Repetí por varios días el experimento y siempre daba el mismo resultado. Reflexioné sobre el significado de eso y me pregunté si podía haber algunas otras cosas que tuvieran el mismo efecto. Me mantuve atento varias semanas en cada cosa que hacía y descubrí otras causas de su aceleración: eran las cosas vanas que no tenían utilidad o sentido alguno, momentos en los que malgastaba el tiempo.
A través de los días pensé sobre lo que ocurría, recordé el sueño del parque y el nombre de Cronos. Investigué acerca de él y al principio solo encontré lo que ya conocía: era el dios del tiempo humano. Más tarde, encontré un libro antiguo que hablaba sobre una especie de ajuste de Cronos con los hombres, en los que habían múltiples consecuencias por malgastar su tiempo, entre ellas estaba la anulación total del tiempo o la muerte, la prolongación de un sufrimiento para acortar el tiempo vida favorable, la invariabilidad de los cambios a través una vida monótona, la aceleración del tiempo por medio de una súbita desaparición de años, días o minutos; y otras de diferentes efectos.
Recordé lo que había hecho en mis años pasados, el trabajo, las cosas que había hecho y dejado de hacer; trate de evaluar el tiempo en cada una de ellas y encontré que había perdido mucho tiempo. Pensé en lo que decía el libro y en el posible cobro del tiempo dilapidado. Lo asumí como la causa de lo que me pasaba.
Sabía que estaba condenado a que el tiempo se fuera de mí y no podía resignarme, fue entonces que tuve una revelación. Yo no había perdido mi tiempo, yo no era el culpable, habían sido los demás los que me lo habían quitado. Parecía que planearon desde siempre y ahora yo sufría las consecuencias. Por primera vez sentí a los demás como mis peores enemigos. Yo tenía que recuperarlo.
Me encerré nuevamente en casa con la idea de encontrar una forma de hacerlo, llevé a cabo un gran esfuerzo para ello y finalmente encontré una forma. Los esfuerzos ocuparon toda mi mente y me olvide de lo demás. Cuando por fin terminé mi proyecto, decidí salir.
Ya afuera me encontré con una sorpresa: alguien había los había puesto de sobre aviso; todos en la calle conocían mis planes. Los primeros días intenté entablar una plática con ellos, que era el primer paso de mi plan, pero simulaban asustarse con mi apariencia o mi olor. Algunas veces intentaron aprehenderme porque sabían que estaba decidido a recuperar mi tiempo. Los días continuaban acelerándose y causaban deterioros en mi memoria. Por días no pude encontrar mi casa, pero cuando finalmente lo hice, mis enemigos me esperaban afuera: desistí en entrar.
Han pasado varios meses desde el primer día de la búsqueda del tiempo, ha sido difícil esconderme en todo momento porque siempre me ponen nuevas trampas. Ellos no saben que al final a todos les pasara lo mismo que a mí, su tiempo ya ha empezado a acelerarse y tal vez nunca se den cuenta; pero yo lo recuperare, estoy seguro; lo tendré nuevamente. Tal vez pasen muchos años, pero al final lo lograre.

viernes, 18 de octubre de 2013

Exit

El ser humano tiene un pedo existencial, eso que indudable; quien no lo viva, sepa o entienda, esta mas cerca de mugir que de pensar. El problema es que para los habitantes de un país tercermundista como Mex., se le añade tener un gobierno tan nocivo que dificulta y hace aún más pesado lo primero. Está cabrón cuando uno se pone a pensar que durante toda la vida tendrá que ser testigo del robo y abuso por parte de los que gobiernan. Que las cosas, siendo realistas, no cambiarán. La historia de siempre. La historia de la humanidad. Es acaso la naturaleza, la misma condición humana. Parte de la existencia. Existencialismo.

domingo, 13 de octubre de 2013

Levedades


Entre otras cosas, hace rato que andaba por la calle, escuché un anuncio en el que ofrecían "cuatro tacos de carnitas por treinta y cinco, y la soda gratis". Pensé en lo incierto de la promoción, en que una mente inocente pensaría que es una buena oferta: la soda gratis, que buena onda! Pero yendonos a la realidad de las cosas, te estan cobrando la soda, simplemente porque el vendedor, seguira teniendo ganancia.

Pienso que el capitalismo, su dinamica y todas sus implicaciones, ha tenido un efecto en la forma interpersonal de relacionarse. Hemos aprendido las mentiras del mercado. Parece que no nos importa saber que la "oferta", la "promoción", no son mas que una mentira. Sentimos la emoción de que algo se nos esta regalando y con ese impulso vamos a comprarlo. Nos creamos una fantasía a través de las palabras y esa dinamica la extendemos a relacionarnos con los demás. Nunca ha importado tanto como ahora que el otro mienta, que prometa algo que sabemos, consciente o inconscientemente, que no va a cumplir; tomamos la misma actitud que con las promociones y nos dejamos llevar por la ilusión.

Las palabras mas que nunca, tienen la dinamica del anuncio publicitario. Llamamos "amigo" a alguien que apenas conocemos; le decimos "amor" a una emoción del momento; le ponemos "proyecto" a un pequeño plan que ni siquiera estamos convencidos de realizar. Compramos mentiras. De igual forma los insultos se toman a la ligera, nadie se quiere tomar en serio lo que el otro dice. Hay que ser light.

sábado, 5 de octubre de 2013

Felicidad y universo elitista.



Me considero una persona feliz hasta donde se puede serlo en mi condición. No busco la felicidad plena ni creo hacerlo. En algún momento pensé en procurarla, pero ahora me parece que es casi una tontería. Me considero afortunado, independiente de cualquier comparacion o juicio. Con esa sensacion atravieso los dias. No estoy conforme con el mundo, quien podria estarlo? No he tenido una suerte funesta, pero me decepciona ver la condicion de otros. Ante esta sensacion me pregunto. Se puede pretender ser plenamente feliz? Y aún mas, aunque se hiciera, es valido, moral o decente ser feliz? Se puede llamar felicidad a esa condicion de satisfaccion de uno, mientras al mundo se lo lleva el carajo? Es felicidad o estupido egoismo? Y aunque uno lo fuera, al encarar la condicion de los demás se puede seguir siendolo?

Yo creo que no es posible, es por eso que la idea de felicidad plena en mi se ha borrado hace tiempo. Se puede pretender una racion de felicidad, pero cuando se tiene, hay que conformarse; pretender mas sería muy egoista. Me parece aborrecible aquellos que no sienten decepcion, desesperación o amargura al ver la desgracia ajena.


Otra idea que me da vueltas ultimamente es sobre el elitismo, la natural desigualdad e injusticia de el universo. Injusticia humana si se quiere, si se puede decir que hay algo mas que uno no comprende, pero quien escribe esto es un humano y nadie mas.
El mundo es elitista, el universo es elitista, el gobierno, los seres humanos, la naturaleza creada por dios admite en su naturaleza la diferencia de clases sociales y la desigualdad, el sufrimiento, el dolor de muchos, es parte de la naturaleza del ser. POr lo tanto, cabria preguntarse si tienen algun sentido el luchar por la igualdad y la libertad, si el universo y todo apunta a que todo es como debe ser.

Tengo la idea de que por cada partícula de felicidad debe haber una de dolor para que equilibre el universo, o si es que el universo es positivo y hay mas bien y bondad que mal, es necesario el mal o maldad o sufrimiento para equilibrar su prolongación.

jueves, 15 de agosto de 2013

Buscar

Tengo la idea de que cuando decides buscar alguna cosa, automáticamente se esconde más o su acceso se hace más difícil. Creo que es parte del todo el no facilitar las cosas a los seres existentes. ¿Por qué es difícil lo que uno quiere? Supongo que lo es porque obedece a la preservación de la vida. Creo que si a los seres vivos se nos facilitara todo, terminaríamos por sentir un aburrimiento “fatal”, literalmente. Lo fácil aburre, hastía rápidamente, y ante el aburrimiento empieza a hacerse evidente el sinsentido de todo. Ante el aburrimiento se empieza a mirar hacia uno mismo, el sujeto se hace objeto de si mismo y se encuentra vacío, sin interés. Las gentes convencionales y con poco o nulo talento e inteligencia se miran como una hoja en blanco, y cuando no hay preguntas no es posible buscar respuestas y viene la nada y luego el suicidio deliberado, incidental o accidental. Si nos encontramos como nada, queremos unirnos a ella totalmente.

Por otra parte, habría que preguntarse por qué cuando uno busca alguna cosa, ésta, en la mayoría de los casos, se encuentra hasta el último. ¿Sera parte de esta orientación que mencioné? ¿Es que a todos nos pasa o solamente a mi? Como sea, es mejor no pensar demasiado mientras uno busca. O tal vez sea mejor en lo posible, ser mas ordenado.

domingo, 28 de julio de 2013

Cavilando



Lo que los existencialistas no pensaron es que todo participa de un plan universal. Aún el ocio mas extendido es parte del camino que tienen que seguir las cosas. La esperanza en cada momento es una parte del todo que es la fe, la cual es el sentimiento que arde junto en la en el fuego de la existencia. La depresión existencial es una desviación,un sentimiento ignorante de la verdad de todo.

Muchas veces he pensado en el sin sentido de todo, me he hastiado, me he deprimido y desesperado. Las religiones, pretenden guiar a los hombres a una meta eterna con metodos humanos, por lo tanto, imperfectos y a veces corrompidos. Ahora trato de pensar en el plan de todo. En que todo esta gobernado por esa suprema inteligencia, una meta para los seres humanos, en la que al llegar pasaremos la antorcha a otros seres tal vez superiores que continuaran el avance hacia la meta tal vez final. Nosotros somos una parte de la existencia. No deberiamos ver a nuestra especie, a nosotros mismos, como algo sin sentido. Solo somos los encargados de darle un engranaje al que le tenemos que dar pequeña vuelta en las infinitas revoluciones de la maquina de la existencia.

A veces soy existencialista solo por pasar el tiempo. Por que aun hay dudas durante el dia, pero en la noche los juegos se acaban y las cosas se revelan y la gravedad hace caer las cosas.

miércoles, 3 de julio de 2013

Morir ahogado (de imagenes)


Abrir el libro de la percepción con una hoja en blanco, como abrir el dia con el sonido de una nota por un solo pajaro. Iniciar con un punto, tal vez negro, o azul celeste, mejor aún. Iniciar las millones de imágenes del dia con un solo punto azul en medio de la blancura del papel, de una superficie inmensamente blanca. Luego, contemplarlo con la paz y serenidad mas absoluta; sin prisa, sin tiempo. Encontrar en el un insignificante punto en medio de la existencia y al mismo tiempo, el universo entero. Sentirse Dios contemplando su desenvolvimiento en un punto. Contemplarlo y beber su paz y su suficiencia.


Luego, cuando se haya agotado un poco (aunque creo que en nuestra existencia completa no alcanzariamos a agotar toda la significación y misterio de el mas mínimo punto) que sea trazada una pequeña linea o tal vez otro punto o una pequeña mancha (esto ultimo me parece que seria una inundación de estimulo)y contemplarlos juntos, a nuestro punto original y al nuevo ser en el papel. Encontrarlos a los dos, compararlos, relacionarlos, hacerlos enamosrarse, encontrar correspondencias de todo tipo, en imagenes, colores, hacerlos que se odien, inventarles todas las posibles historias. Mil hombres en toda su vida no alcanzarían a escribir ni concebir la mitad de sus posibles historias.


Despues, como la ambicion humana es interminable poner otro ser en ese papel. Tres imagenes, tres puntos, un enorme universo ya inexplorable. Ahora empieza la perdición, pero aun se puede intentar aunque se sepa que sea inútil. Aún asi navegar entre ellas y encontrar aventuras ya incomprensibles. Estar consciente que ya no hay nada que hacer, tres puntos o tres de las mas simples imagenes nos servirian para perdernos por siempre.

Vivir eternamente en ellas. Pero de pronto se escucha un sonido, alguien abre otra puerta, una luz incandescente hace desaparecer las tres imagenes, nos ciega esa luz, necesitmos cerrar los ojos, se escucha una nota que va siendo mas tensa e intensa. De pronto se hace el silencio. Parece que todo ha pasado. Nos decidimos a abrir los ojos y en el momento en el que lo hacemos un musica extremadamente caotica nos sincroniza con lo que vemos: la imagen de un dia de la vida. Caemos en ella fulminados ante los infinitos estimulos y morimos ahogados de percepcion de imagenes infinitas y todo su sugnificadio inimaginable. Hemos muerto. Asi vivimos todos los dias.

viernes, 21 de junio de 2013

Matutinos

Desde los primeros atisbos de mi entendimiento acerca de las relaciones amorosas de pareja, crei que eran algo peligroso. Pensé que el noviazgo era algo aventurado y temerario. Alguno de los dos o los dos involucrados, terminara mal emocionalmente. Creo que desde los primeros años se nos muestra la vida tal cual es. Creo que es raro que ambos busquen lo mismo. Es peligroso porque es algo que seguramente va a terminar. No es muy probable sino es que imposible, que la relación dure para siempre, por lo menos durante la vida de cada uno. Así que uno se deja llevar, da y espera y puede que hasta se entregue, y tal vez el otro no haga lo mismo. El otro pierde. Pero no hay ganador, solo perdedor. Pero el perdedor es al final el único ganador, el haber amado mas que el otro lo convierte en ganador de la experiencia del amor. En ese momento se podria retirar de la vida, obtuvo su victoria, mientras que el que abandona, el aparente ganador, tendrá que seguir juagando hasta esperar perder alguna vez para poder ganar al final de cuentas. El problema del noviazgo puede resolverse, aparentemente en el matrimonio. Pero el matrimonio, en la mayoría de los casos, es el termino del juego, de la aventura de la vida. El matrimonio ca`pitalista, donde cada uno apenas puede ser él mismo y a penas le queda un poco para compartir con el otro.

lunes, 17 de junio de 2013

Hoy supe la razón de mi existencia humana, el día de hoy que es mi cumpleaños, al despertar, súbitamente recordé todo, absolutamente todo. Supe que debo cumplir una misión: matarla, aunque le deba parte de mi forma actual y todo lo que ha hecho por mí. Podría tratar de olvidarme de ello y pensar en que a mis hermanos, los cuales confiaron en mí y me eligieron, nunca más los veré; que el pacto que hicimos fue hace mucho y no tiene caso tomárselo en serio; que ellos murieron tal vez unos días, horas o minutos después de mi partida y no tiene caso. Pero no, les debo mi promesa y la cumpliré. *** Hermanos, estamos aquí reunidos para buscar una solución al problema, una solución que no puede tener otra esencia más que la venganza. Por muchos años desde que nacimos con la edad correspondiente de nuestro huésped, hemos sabido que nuestro destino final, al igual que el de todo ser vivo, es la muerte. Pero cuando esta llega no por causas naturales, sino por causa de uno y el mismo ser, no puede haber otra reacción que el nacimiento de un justo rencor y un deseo de vengarse de él, en este caso de ella. *** Esperé sin saber nueve meses y quince años. Ahora comprendo porque no sentí nunca ese amor que todo hijo siente por su madre. A pesar de que comparada con otras, ella fue extraordinaria en sus cuidados y me dio más de lo que se puede esperar, eso no será razón suficiente para disuadirme. *** En el mundo de nuestro huésped nadie lo sabe ni lo sospecha, aunque debiera ser evidente. Nadie recuerda que alguna vez tuvo nuestra forma y nuestra existencia esta delegada a un segundo plano. Por esa misma razón y porque aquí en este mundo nuestro la vida es mejor, vivimos unidos y en paz, con gran felicidad cada día que pasa. La evolución que hemos tenido nos ha hecho ver que es necesario dejar de unirnos a otro ser, ya que el mundo de los huéspedes es caótico, lleno de violencia e infelicidad. Así como el compañero que eligiremos tendrá que acabar con nuestro huésped y con su pareja, luego suicidarse para no continuar con la cadena. Sabemos que dejaremos de existir al cumplir nuestra meta, pero el sacrificio es necesario para lograr la paz nuevamente. *** Faltan unos minutos y habré cumplido. Empezara una nueva era en la historia del mundo. Yo soy ese que logró sobrevivir entre millones y demostrare que no fue inútil

miércoles, 29 de mayo de 2013

La ultima filantropia

No se cuanta gente se halla suicidado por no sentir ya nada; o tal vez creer, o sentir, que ya no se siente nada. Me parece que uno como ser humano va perdiendo sensibilidad con el paso del tiempo. Nos va importando menos la gente y algunas cosas de la vida. En esta desensibilización de las cosas en general, de repente, cuando uno se da cuenta que siempre se puede ser mas insensible, cualquier cosa que nos devuelva un poco de lo perdido, siempre es codiciable. Hace rato caminaba yo por aqui, por la 5 y 10. Muchas mujeres bonitas y de repente no senti interes en voltear a verlas. Interés, tal vez no sea la palabra correcta, problemente la palabra sea impulso o deseo. La idea es que no sentí deseos de mirarlas y por un momento pensé que eso estaba bien, que era mejor. A veces el instinto es incomodo, causa solo un tipo de ilusión pasajera que luego deviene en cierta pequeña frustración ante el deseo insatisfecho. Pero despues me entro cierto horror, cuando pensé que eso que me ocurría era una forma mas de insensibilidad. Que a uno ya no le importe los demas, ni siquiera en un sentido sexual, me parece que es algo que es penoso y algo alarmante. A quien le importan los demas? A quien le importa uno? La atracción sexual es la ultima forma de filantropía. Quiero seguirla sintiendo como prueba de que aún soy un ser sensible.

miércoles, 30 de enero de 2013

Shit!

Pasar, pasar y pasar los dias, como aire invisible y sin fuerza, pasar y desear y nunca sentir verdadera paz, y recordar la infancia y añorar, y desesperar y querer y deasear y no conseguir y no tener. Pasar, pasar si haber pasado, entrar en todo y estar en medio sin estar realmente, y despertar y recordar que cuando tenias tiempo no sabias que hacer, y ahora que lo sabes ya no lo puedes tener, pasar y pasar y no querer morir del todo, aunque ya estes algo y bastante muerto, no querer morir del todo. Y ver los dias, y entender algunas cosas, y siempre, siempre estar sorprendido, intrigado y rencoroso con el tiempo... Y tener el ideal de nutrirse unicamente de musica, de meterse las notas por el oido y engullirlas.. Y despues de tantos dias estar vacio, vacio, vacio...

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