lunes, 24 de diciembre de 2007

Un poco de lo mismo para variar.

Debo decir que me ofende de sobremanera que la canalla prefiera el pinche puto frio de invierno, a la calidez del solcito de verano. La neta no se que tienen en la cabeza (en caso de que tengan algo) para no preferir la lucidez del verano a la palidez del invierno. Solo hay que recurrir a la logica, a la fisica, a la poesia, a la metafisica, y hasta a la economia y a la sexologia, para darse cuenta que es mejor el verano y su bendito calor, que estos dias de dolor de huesos existencial que provoca este gelido clima. Siempre lo he sabido, aunque nunca lo he querido pensar abiertamente: el frio es mi enemigo natural. Un enemigo fuerte, siempre termina poniendome en la madre, tarde o temprano, pero lo hace; solo busca una oportunidad, un descuido mio, durante el dia al salir a la calle, o en la noche al descubrirme de las sabanas involuntariamente, para asaltarme e inocularse en todas mi cuerpo, pa' enfermearme, tumbarme en la cama, no dejarme salir ni correr, bloquearme la nariz y debilitar mis musculos: pa' joderme, y simplemente colarse en todas mis sensaciones.

Creo comprender porque el lumpen espiritual humano (o sea, todo el pinche mundo) prefiere el ambiente helado. Una de las razones es porque ultimamente, aunque ya lo he sabido desde hace años, todo el puto mundo son una bola de wannabe's de shit. Y bueno, que tiene que ver esto con el frio? Pues nada mas que como todos quieren ser snob, creen y siente los pendejetes que esta estacion del año es una buena ocasion (y pus si lo es) para lucir su trapitos y andar bien arropados con lo ultimo que se acaban de comprar. Solo hay que pensar un poco y darse cuenta cuantas prendas se necesitan para salir a la calle en invierno; se disfrazan con todos los pinches accesorios posibles, cargando consigo con mas de tres kilos de trapos entre los cuales estan: dos pares de calcetines, dos pantalones, mallas (en el caso de las viejas), camiseta, playera, camisa, sweter, chaleco, chamarra, bufanda, guantes, gorro, orejeras, etc. Todo eso les hace olvidar, como todo lo que se consume inutilmente, su hedionda inexistencia y les nutre su apestosa vanidad. Asi, con tanta jodida ropa, se sienten muy chingones andando en la calle, pensando que el frio se las pela, sin darse cuenta que entre mas comfort tienen, mas atrofiados se vuelven. Pinches brutos. Siempre me ha cagado la seguridad de la gente; no se de que creen que pueden estar seguros. Pendejos. Maldito capitalismo, maldita television, malditos libros de superacion personal, maldita globalizacion...

Otra razon por la que pienso que la bola de palurdos, que miro cada vez que salgo a la calle, prefiere el invierno, es porque creen que el calor, que nos es derivado de una riqueza interior o del cuerpo, sino de tanta cobija que traen encima, tiene un simbolismo metafisico que asocian inconscientemente con el calor humano, la familia, la fraternidad, la mamada consumista esa llamada navidad y otras pendejadas que contendra su inconsciente para que le fascine esta epoca.
Estan pendejos, el frio de esta epoca es simbolico tambien, y el frio es frio.

Hay muchas otras razones por las cuales no me gusta este frio infernal, pero me las reservo porque no sere comprendido. Aunque por otra parte, este frio tiene un lado bueno: la introspeccion. El frio te hace mas introvertido, melancolico, sensibloide. Y esa es buena oprtunidad para refrescar trisatezas cronicas y tratar de reinventar razones para afrontar el sofocante verano, el ardor del sol en los dias de hora sin sombra. Te da una tregua para prepararte cuando lleguen los proximos ardores de la primavera.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Que putas...

Que putas puedo hacer, si puedo hacerlo todo y no tengo ganas sino de mirar y mirar...
Y que putas vamos a hacer los que podemos hacerlo todo y nos duele respirar. Que alguien putas nos diga como sobrevivir a nuestra locura. Que alguien o algo nos despierte, que nos regrese a nosostros mismos, a ese mundo donde no existian las madrugadas dolorosas y ebrias de emociones y alcohol. Cuando nos refugiamos unos en otros para tratar de aguantar el peso y el dolor de mirarnos al espejo, de sabernos posiblemente ciertos y perdidos, de buscar el amor en todas las cosas y en todos los momentos. De mirar a la hermosa chica que se ha sentado junto a nosotros en el autobus que nos lleva sin preguntarnos a un lugar que desconocemos. Y volteamos, y la miramos sin saber si ella nos esta mirando tambien de reojo, sin saber lo que pueda estar pensando, y justo cuando nos estamos dando por vencidos al sentir su indferencia fatal, el conductor enciende la radio y se escucha un grito de extasis de musica de los 80, de la decada en que viste la luz de este mundo por primera vez; y otra vez la musica y todo comienza de nuevo. Y se renueva esa bendita sed de musica y danza, de canto y orgasmo, de mujer y embriaguez de amor. Y vamos en el autobus con el amor sentado a nuestro lado, un amor que tal vez piensa y sueña con otro amor que no es el tuyo...
Y que putas puedes hacer, si puedes hacerlo todo y no tienes ganas sini de mirar y mirar...

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Fucking Ocio!

Siempre termino en el fango por amor al absoluto y por una inercia estupida. Todo empieza por donde siempre empieza; leyendo tal vez algún articulo periodístico, algún fragmento de ensayo, un escrito sobre política, un retazo de teoría… whatever (todo esto en Internet, por supuesto); pero siempre algo informativo, que me haga pensar un poco, desapendejarme de mi estigma existencial. Después, en la medida en que voy leyendo, empiezo a descender en la complejidad y el nivel intelectual de lo que leo. Es cuando llego de pasada a algún cuento de la red, algunas veces de algún escritor desconocido, otras de alguno re-conocido(no por mi, acepto mi ignorancia, sino por el medio literario), y lo engullo todavía con cierto análisis y también con la ingenuidad de lector-hembra que se necesita para disfrutar de una obra. Para estas alturas ya he estado en la red alrededor de hora y media, yendo de aquí para allá, buscando, leyendo, saltando, riendo, maldiciendo, desesperándome, etc. Es entonces cuando empiezo a sentir cierto cansancio sin darme cuenta, porque, ya estar hora y media frente a una pantalla, para mi, el descendiente de un hombre (mi abuelo) que odiaba las maquinas porque decía que eran del diablo, es demasiado. Y entonces, ya al final, cuando el cansancio en mis ojos me obliga a parpadear continuamente, llego a los blogs. Es en este punto, cuando ya no tengo demasiadas energías para leer lucidamente, que me dejo leer cuanta mamada se me atraviesa y, ¡ay!, tanta será mi mentecatez que he llegado no pocas veces a pensar que el desconocido al que leo, quien únicamente se pone a debrayar sandeces sobre su vida o pensamiento, posee talento para escribir y que yo difícilmente podría hacer algo igual ¡Valgame Dios! ¡Que ingenuidad tan ingenua! ¡Que pinche incurabilidad la mia!...

Y no es que no respete el escrito del joven o la señorita a quien leo, no se trata de ellos o de cuestionar su talento, se trata de que no se porque chingaos llego a pensar eso cuando se que a veces nomás estoy leyendo puras pendejadas, porque el, o la ociosa que lo escribió tal vez no pretende nada mas que escribir lo que le pasa o paso y que los demás lo lean, y yo ahí estoy de pendejo paranoico buscándole sentido. ¡Pinché ociosidad!

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