martes, 7 de julio de 2009

VotenseALa

Lo confieso, pensaba votar como lo hace cualquier persona normal. Me dirigi a la asquerosa casilla, entregue, no sin repugnancia, mi credencial, me buscaron –tuve una sensación de miedo saber que estaban todos mis datos en el gobierno-, me encontraron, le pusieron un sellito a mi credencial de la hoja y me dieron la papeleta con los nombres de los partidos y los nombres de los politicos por los que podia votar. Ya me fui para la “casilla” y lo enfrente.
Vi todos los nombres, tenia la idea por quien iba a votar, pero queria mirar todo. Tenia pensado hacerlo, no queria anular mi voto por la cuestion esa de que la mayoria de los que anulan su voto son de izquierda y por lo tanto dejan a los que votan por la derecha ser la mayoria, no la combaten anulandolo; por esa razon si iba a votar, para luchar contra la compulsión derechosa. Pero…. ¡No pude! Un asco me ataco de repente, y tache toda la hoja. La hubiera roto, escupido, meado y hasta cagado… lo hice en mi pensamiento, pero fui demasiado puto en la practica y no lo hice. No me satisfizo ese acto, reprimi lo que realmente queria hacer… Al terminar me descubri de la cortinilla de la casilla y fui por mi credencial. Una doña me puso con desgano la tinta esa en el dedo pulgar, que por cierto, ya se borra fácilmente, y me fui con el displacer de haber participado en la politica de este maldito pais.
Un dia después me entero que el PRI arraso… Pendejos, como si nomas hubiera dos partidos. Iba a votar por alguno no porque le creyera, sino porque como dice un viejo loco que frecuento: “que cambien las cosas o que de plano de una vez nos lleve completamente la changada”. Asi que esa era la intencion. No le creo a ningun pendejo, politico o no, y mucho muy muy pinche menos, quiero o deseo que un pendejo me represente. A la otra por lo menos la escupo…

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