domingo, 28 de marzo de 2010

Coca cola y sabritas de desayuno

Últimamente me resultan algo necesasiarios unos lentes oscuros al salir a la calle durate el dia, y no es por andar soporizado o resacoso, sino porque el sol me hace marcar mas el surco de mi entrecejo y porque demasiada luz como que me lastima. Supongo que debe tener algun tipo de significado que refiera a mis largas y vigilantes noches; pero como sea, antes no los necesitaba. Probablemente, sea ademas, debido al paso del tiempo, a la desconexion con la realidad natural e inmediata. Creo que al paso del tiempo la realidad esta mas detrás de los ojos que delante de ellos, eso creo que puede suceder mas en estos dias en que la tecnología ocupa nuestro tiempo mas extensamente y por lo tanto la inmediatez toma un lugar secundario, un lugar de fondo cada vez menos perceptible e importante.

Continuamente me veo en la necesidad de realizar ciertos ejercicios mentales para regresar al aquí y al ahora; el pensamiento me atrapa, el internet me atrapa, las historias escritas tambien me jalan… ¿y la realidad? ¿el sol, el viento y la imagen del dia? Cada vez tiene uno menor consciencia de eso, el contacto es lejano. Una de las formas en que me he dado cuenta de eso eso es a traves del cine. El cine en cierta forma nos provee de la aventura, el interes y de la riqueza de la que probablemente carecen nuestras vidas. Voy al cine y veo una película contextualizada en el siglo XIX donde aparecen campos, animales, cascadas, etc., y tengo cierta sensación pero no podria apreciarlo al cien por ciento. Me ha pasado que primero aprecio algo en el cine y luego en la realidad, por ejemplo, he podido apreciar la bella imagen de cómo se cuela el sol entre los arboles, primeramente en el cine y después en la realidad; en cierta manera el cine, la imitación, me enseño. Nunca he visto las Cataratas del Niagara mas que en películas y en fotos; estar al alcance de la naturaleza puede ser caro y uno tiene que tener contacto con ella aunque sea artificialmente. Otro ejemplo son los paisajes digitales; en lo personal prefiero una foto de la zona norte a eso; ademas de ser re kitsch y chafa estan bien feos. Dentro de estos ejemplos, tambien recuerdo de que he conocido butos que se enamoran de mujeres creadas con la computadora, como en el anime, pobrecitos...

Nuestros dias en la ciudad, llenos de naturalezas artificiales, hacen que dejemos de preocuparnos por la naturleza real. Hace un momento escucho a un locutor de una estacion de radio decir que no sabia como estaba el calor afuera, pero que adentro estaba muy fresco; no se notaba que tuviera algun interes en sentir el exterior. Ah, pobres mocosos que en lugar de salir a jugar con sus compitas acompañan su ocio con el X-BOX… Bueno, pero pues igual tal vez tengan razon, si como dice el grupo mas artificial que conozco (y siguiendo mi brillante reflexión) “¿donde jugaran los niños?”

1 comentario:

||trash-collector|| dijo...

no brillante, pero cierta... un saludo marcuse

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