domingo, 7 de octubre de 2007

Platon

Creo que estas palabras me pueden ayudar a salvarme por unos dias:
“El hombre muere y renace sin cesar. En sus cabellos, en sus huesos, en su sangre. También en sus deseos, opiniones y temores. Así se conservan todos los seres mortales: No permaneciendo”.

4 comentarios:

Salvador dijo...

no sera posible que las palabras acompañadas de cierta intencionalidad cobren existencia en algun recondito lugar de alguna parte o que nuestros pensamientos sean imagenes reales de un hecho que se proyecta en esta realidad que conocemos como "materia"; en esta suposision seria entonces factible que nosotros seamos solo un pensamiento caprichoso de algun ser que habita en una especie de realidad alterna a la nuestra, tal vez estemos y no estemos, aunque esto resulta sin importancia ante el hecho de que carecemos de forma alguna de controlar estas fluctuaciones de realidad alternas y zigzagenates o tal vez como lo propusieran algunos filosofillos por ahi de forma simplista, somos solo materia que cobra consciencia de si misma en el ser vivo, cualesquiera que este sea... no se, no se, la verdad esto me parece tan nihilista como la teoria del big bang, me convence mas la del estado estacionario...

Salvador dijo...

oye cabron, creo que si la memoria no me falla, a ti y a mi ya nos presentaron fisicamente, por que no pasas y cortesmente haces pedazos mi blog... tal vez te deje beber un poco de mi alcoholito wey!

o te crees muy rudo cabron!?

Nadja Yukov Zoldovich dijo...

"El ocio y la soledad son la madre de la genialidad"

Evangelisa Newman

Nadja Yukov Zoldovich dijo...

¡A esos! A los de elevado intelecto. A los que creen haber encontrado en el egoísmo e individualismo mental la clave para sobrellevar el peso que nos inflige la pateticidad de la vida, a ellos me gusta molestar. Con aparente disimulo disfrazan su molestia por la vergonzosa situación en la que, forzosamente, se ven obligados a desenvolverse. Pobres almas, son las que mas lastiman y laceran mi alma. Los veo como cerdos revolcándose en el lodo antes de ser llevados al matadero; si dignidad tuvieran ya se hubiesen aventado al vacio hace tiempo, envés de quedarse ahí, en su miserable refugio interno lleno de fango y excremento, lanzando alaridos, bramando su dolor que nadie escucha. Estos infelices, lo único que pueden elegir, es la forma en la que han de ser sacrificados; y ni la fuerza para decidir sobre dicha cuestión poseen. Como si no supiésemos ya lo que nos ha de suceder. No existe el control, somos seres desafortunadamente libres. Cobardía total lo que reflejan sus diálogos, no saben distinguir esa clase de idiotez sana y divertida, de esa otra totalmente pendeja y sin sentido; y es que estos bastardos del destino no se han enfrentado al espejo como deberían, no conocen de creatividad y espontaneidad. Justamente se merecen el desprecio de sus semejantes; ¡Ha! Por que no son nada diferentes a ti o a mí, en apariencia, mas por dentro son bichos atrapados en el pasado, crías indefensas saliendo del cascaron, abandonadas y angustiadas en lo absurdo, tirados en la agonía de la imposibilidad. Dicen poco debido a lo reseco de sus labios, a cada palabra que pronuncian dejan salir el nefasto aliento de podredumbre que llevan dentro. Me gustaría encontrármelos de frente, provocarles, incitarles al desquicio. Desnudarles, eso de andar en atuendos extravagantes mientras uno se presenta tal cual es, eso, eso si que es una falta de moralidad y cordura ¿Pueden imaginar el ridículo de ver a una bestia vestida en elegantes vestidos y finos accesorios? Sean verdaderos, desahoguen esa mente monstruosa y perversa. ¿Qué podrían perder? Yo gustosamente me dejaría devorar. Sin titubear me dejaría ser aplastado por su despiadada cobardía. Al menos, si no son auténticos, serán verdaderos. ¡Incrédulo! Necesitas de mí. No eres nada, yo te mantengo con vida, pues alimento tu morbosidad y elevo tu condición de vacio, a la de basura, basura que nadie desea. Aléjate entonces con ese falso nihilismo y esa vulgar e ineficaz anarquía ¡Horrible marioneta! Solo trata de mantenerte al margen, en la oscuridad, donde perteneces, ahí donde a nadie provoques vomito con tu pestilencia. ¡Vete ahora leproso sin cura! La única vacuna viable para necios horripilantes como vos es la inexistencia.

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