domingo, 20 de junio de 2010

Please dont stop the music 2

Viva la sacra musica, donde se crean las cosas. Tratando de meterme algunas ideas de la etica de Aristóteles, en la parte que habla sobre la temperancia, menciona que del exceso en los placeres que el hombre puede llegar a tener, no todos ellos son inicuos: solo los del gusto y los del tacto. Esto deja fuera a la musica de los placeres excesivos y perjudiciales. Menciona que a nadie se le señala o se le condena por su demasiado gusto por la musica. Ignoro si la palabra melomano tiene implicita una carga patologica en su significado; pero realmente no lo creo. En la psicología no he sabido que haya algun tratorno en el que la musica sea la fijación central; a lo mas que podria llegar algo asi es a adjudicarle a la musica cierta disfuncionalidad en un individuo, perturbaciones en su vida familiar, laboral, etc; pero en tal caso, como en algunos otros, la musica no seria el origen del problema sino solo un pretexto.
En fin, me extendi en algo que no tenia pensado y no se si perdi la idea que me movio a teclear. Creo que la cosa es que de repente tuve un lapso de aproximadamente una hora en la que senti con una gran intensidad la musica. Una metáfora en la que pienso últimamente es “montar la musica” o mejor aun “viajar en la musica”, literalmente no es posible, pero subjetivamente lo es, porque uno siente que va viajando con la musica y al terminar el trance siente cierto cansancio y satisfacción como cuando uno regresa de viaje... However, la idea es que la musica es de las mejores cosas que me han pasado últimamente, y al final de cuentas es la mejor. Por ahí se dice que Dios es matematico, tal vez antes de ser matematico es musico.

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