lunes, 6 de abril de 2009

Snif

Debe ser una cuestion metafisica o tal vez solo una autosugestion psicologica, pero a mi, tener un cuarto sucio y luego después de asearlo, que quede medio limpio, me sube la autoestima, casi me siento Luis Miguel...
Que mamon, se puede pensar, que tu autoconcepto se base en la mugre que pueda o no haber entre cuatro paredes, en una masa de concreto de cuatro por cuatro metros, pero es mas o menos cierto. Me he dado cuenta de que cuando tengo un desmadre en mi estancia, esa situación se me pega a la consciencia, y sobre todo a la inconsciencia, y me hace sentir un poco mas miserable de lo acostumbrado (aunque regularmente no me siento miserable, sino todo lo contrario –bueno, tampoco-). Uno se pone a pensar que si de por si, la ciudad onde uno patrulla no es muy limpia, la people es sucia hasta la indecencia, la consciencia la trae uno totalmente emporacada, el futuro es como un vidrio escurrido de escupitajos de borracho; y si ademas, peor, el lugar onde uno se puede esconder un poco de la civilización, tampoco tiene ni un rincón limpio, imaginese que tipo de vida se puede llevar. Que patologica proyeccion se esta teniendo. Esta cool, la ebriedad, la misantropía, la esta y la mamada y media, pero por lo menos de vez en cuando hay que ponerse los guantes y darle un tallon al water, como en este momento glorioso momento de intimidad que acabo de tener con el. ¡Ah, que puro me siento! ¡Que normal y feliz!... ¡Mierda, que plenitud!

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