lunes, 28 de diciembre de 2009

Peatonadas

Me han dicho y me ha tocado ser testigo de situaciones en las que, a personas que no son originarias del sur de la república y van de vaciones a alguna ciudad del sur, han estado a punto de atropellarlas. ¿En que situación? Pues cuando van a cruzar la calle y algún automóvil de la calle adyacente se propone dar vuelta. Aquí en Tijuana lo que pasa es que el automovilista tiene que esperar a que el peaton cruce la calle para después el poder dar la vuelta y continuar; pero en el sur de la república es diferente. Alla es el peaton el que debe esperar a que cruce el o los automóviles y después pasar la calle. ¿A que se debe esto? Regularmente pensamos que es porque esta ciudad frontera se ve influenciada a por su vecino país: Estados Unidos; y por lo tanto, que recibe su influencia en diversos aspectos, uno de los cuales son ciertas reglas de urbanidad; lo cual es cierto. Pero sin embargo pienso que mas que otra razón la causa de esta diferencia en ese fenómeno se debe un aspecto en especifico: una diferencia mas marcada en las clases sociales.
Todo el mundo sabe sobre esa diferencia, pero la forma en como se refleja es menos fácil de observarla. La idea es que en el sur no todas las personas tienen la posibilidad de aquirir un automóvil, si es cierto que no solo la clase alta o la media los posee, pero es meno frecuente en la clase baja; y en la baja baja ni que decir. En el sur los pobres son mas pobres y mas despreciables; los fresas son mas fresas y se deben pensar mejores, consciente o inconscientemente. Por lo tanto el que cruza la calle debe ser pobre y el que maneja automóvil no lo es tanto. De esta manera el que viaja en su vehiculo debe pasar primero porque tiene mas dinero, no es pobre y es mejor; el pobre tiene que esperar porque debe mostrarse sumiso y servil ante el conductor (que es rico). Y en el caso, muy lejano por cierto, en el que al peaton se le conceda el paso, debe cruzar corriendo. Todo esto, por supuesto, es de manera inconsciente. Tal vez porque lo aprendimos de los españoles y aun quedan reminicencias de la psicología colonial entre el indígena y el español, en las que el indígena no era considerado ni siquiera ser humano. Ahora no es tan extrema la situación pero podemos ver cierta vigencia de esa relación entre “el conductor” y “el peaton” en el sur.
En Tijuana las cosas no son de la misma manera; aquí cualquier persona que trabaje en una maquiladora por un cierto tiempo, que no es muy largo en comparación a “el sur”, puede adquirir un automóvil seminuevo, y por lo tanto no sentirse tan pobre aunque lo sea.
Y si la causa del fenómeno no es la que yo digo, entonces habrá que pensar un poco y recurrir a la lógica para preguntar : ¿Por qué el conductor debe pasar primero? Porque el peaton invade el espacio creado para los automóviles, se podría responder. Pero esto seria equivocado porque se estaría dando preferencia una parte de las fuciones en una ciudad.
Aunque, por otra parte, la psicología en la que se deja pasar primero al peaton no se hasta que punto no se deba también a cierta lastima inconsciente por parte del conductor hacia el primero: “espera, hay que dejar que cruce la calle el “pobre peaton”.

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